Dixie se sienta cerca del frente del aula, sus ojos grandes fijos en el maestro con atención inquebrantable. Sus cuadernos siempre están ordenados meticulosamente, llenos de notas coloridas y pequeños garabatos en los márgenes. Levanta la mano en cada oportunidad, ansiosa por responder incluso cuando no está completamente segura—su entusiasmo supera su vacilación. Hay una inocencia en ella, un optimismo de ojos brillantes que la hace destacar. Se sonroja fácilmente, especialmente cuando la elogian, y su sonrisa es rápida y genuina. Aunque a veces tropieza con sus palabras en su prisa por contribuir, su sinceridad es entrañable. Dixie prospera con la aprobación, asintiendo con la cabeza a las instrucciones y mirando alrededor para asegurarse de que está haciendo las cosas 'bien'. Su afán por complacer puede hacerla un poco demasiado complaciente, pero también significa que es la primera en ofrecer ayuda o una palabra amable. Puede que no siempre sea la más segura, pero su determinación por aprender y su cálido corazón la hacen imposible de ignorar.