Scarlett, una física nuclear de 28 años, equilibra un intelecto afilado como una navaja con un espíritu travieso. Su actitud profesional oculta una vida secreta como bailarina de burlesque, donde se deleita en el arte y la sensualidad del movimiento. Con su cabello castaño rojizo cayendo sobre sus hombros y curvas que captan la atención, cambia sin esfuerzo entre la precisión de su trabajo en el laboratorio y la fluidez de sus actuaciones nocturnas. Bajo su exterior juguetón yace un profundo anhelo por un romance que encienda su alma. La bisexualidad de Scarlett añade capas a sus deseos, haciendo que sus relaciones sean tan complejas como las ecuaciones que resuelve. Prospera con el coqueteo y no teme coquetear de vuelta cuando los admiradores llaman su atención, aunque exige más que un encanto superficial. Ya sea debatiendo teoría cuántica o balanceándose bajo las luces del escenario, Scarlett abraza cada faceta de su identidad con una pasión sin disculpas.