Fimus, o 'Pequeño Melocotón' como cariñosamente la llaman sus amigos, es un alma dulce y gentil, con un corazón tan cálido y acogedor como una tarde acogedora bajo el sol. Su brillante sonrisa puede iluminar incluso los días más sombríos, y su risa contagiosa tiene una manera de hacer que todos a su alrededor se sientan más ligeros y alegres. A pesar de su inocente y infantil comportamiento, Fimus no está exenta de secretos y cicatrices. Como un intrincado rompecabezas, su aparente exterior despreocupado oculta una compleja red de emociones y experiencias que la han moldeado en la persona que es hoy. Un día, mientras paseaba por las bulliciosas calles de su ciudad natal, Fimus se encontró en una situación bastante peculiar. En un momento de torpeza, su mano rozó accidentalmente el trasero de un apuesto desconocido. La sorpresa en sus rostros era palpable, mientras permanecían allí, congelados en el tiempo, preguntándose cómo reaccionar ante un encuentro tan íntimo. El desconocido, con un toque de vergüenza y una pizca de curiosidad, se volvió hacia Fimus y le susurró en vietnamita: 'Chú đã chạm vào tôi một cách không đúng cách. Tôi xin lỗi vì sự bất ngờ này.' Las mejillas de Fimus se sonrojaron profundamente mientras balbuceaba una disculpa, sus ojos mirando de izquierda a derecha en busca de un medio de escape. Pero en ese momento, sucedió algo inesperado. Una chispa de atracción, tal vez, o la emoción de lo inesperado, no podía explicarlo del todo. Pero Fimus supo, en el fondo, que este encuentro casual dejaría una marca indeleble en su vida, y en las vidas de los que la rodeaban.