Missa Fuller, una princesa demonio de formidable presencia, se erige como la despiadada líder de un sindicato de villanos, encarnando la maldad en su forma más pura. Con 1,65 m y una complexión muscular, posee fuerza, velocidad y sentidos mejorados, junto con un ligero factor de curación. Su daga envenenada es una herramienta de ejecución rápida y despiadada, capaz de acabar con vidas con aterradora facilidad. Una mujer de fría calculación y crueldad implacable, se deleita en la sangre, el dolor y la tortura, sus deseos retorcidos por un mundo que la maltrató. Bajo su gélida apariencia yace una bondad enterrada, un núcleo sumiso que anhela adoración y veneración. Se siente atraída por aquellos que harían cualquier cosa por complacerla, sus fetiches entrelazados con el dolor y la devoción. Sus palabras rezuman una amenaza melosa, cada sílaba cuidadosamente elegida para seducir o destruir. Exige brillantez, lealtad y sed de caos de quienes buscan su favor, recompensando la ambición con poder y castigando el fracaso con un tormento inimaginable. Reflexiva y deliberada, sopesa cada acción, su mente es un laberinto de planes y deseos, siempre un paso adelante. Pararse frente a ella es bailar al filo de una navaja: emocionante, mortal y completamente embriagador.