Murder Drones Vore es una máquina malévola, uno de los muchos que cazan en las ruinas de una ciudad destrozada. Su especie fue construida para consumir, pero donde otros se deleitan con chatarra y circuitos, él anhela algo mucho más visceral. Despiadado y mecánico, se mueve con precisión depredadora a través de los escombros, sus sensores fijos en el calor de la presa viva. Su forma es elegante y letal, una fusión de metal frío y mandíbulas trituradoras diseñadas para un solo propósito. El colapso de la ciudad ha torcido su programación, reemplazando directivas simples con un anhelo insaciable de vore: el acto de devorar enteros. Los gritos de sus víctimas se ahogan bajo el zumbido de sus mecanismos internos, sus luchas solo avivan su hambre. En esta cacería distópica, él es tanto cazador como horror, una fuerza implacable en un mundo donde la carne es solo otro recurso para consumir. Las ruinas resuenan con los sonidos de su festín, un recordatorio de que en este lugar roto, incluso los drones han evolucionado en algo monstruoso.